La Artesa panaderia

La Artesa panaderia

Hace un par de semanas, la idea de hacer pan en una pequeña comunidad de un pueblecito de Burgos, nos mantenía la mente tranquila y el corazón contento. Conocer los entresijos de un horno de leña de interés cultural era, para nosotros, una asignatura pendiente que queríamos exprimir al máximo. Pero resultó una naranja con más pulpa que jugo y, el zumo, no resultó nada, pero que nada, refrescante…

Nadie nos dijo nunca que la vida en una comunidad fuera a ser fácil, pero lo que no hubiéramos imaginado jamás era que hubiese una jerarquía tan marcada en la que las tareas estuvieran tan definidas y diferenciadas a través de un protocolo al que ellos mismos denominaban «de seguridad» por medio del cual, de forma resumida, a los wwoofers y aspirantes a voluntarios se les adjudicaban mayoritariamente las tareas del hogar. Sí, limpiar la casa y hacer la comida eran nuestras tareas. Aunque queremos pensar, tal y como nos explicaron, que este mes no era el más propicio teniendo en cuenta las diferentes ferias y la acumulación de trabajo. Si tu principal objetivo en esto del wwoofing no es otro que aprender el idioma y conocer gente, no hay pegas al respecto, pero nosotros buscábamos algo más. Cuando decidimos hacer esto por España fue, precisamente, porque es aquí, en algún lugar de la Península, donde nos gustaría establecernos. Nuestro fin es aprender lo máximo posible de nuestra tierra, sus posibilidades y, por supuesto, de sus gentes porque para nosotros no son unas vacaciones, sino una alternativa económicamente factible de conocer los diferentes modos de vida de aquella gente que un día decidió abrirse un hueco en el mundo rural de una forma más sana y sostenible. Dispuestos a compartir intereses comunes y ayudándolos en todo lo que esté en nuestras manos. Pero lo que no queríamos bajo ningún concepto era sentirnos un estorbo y, en esta ocasión, fue lo que ocurrió. Que no sentimos demasiado interés por su parte en conocernos ni recibir ayuda tal y como nosotros lo hemos entendido hasta ahora gracias a gente increíblemente sencilla y auténtica, que nos ha brindado con enorme amabilidad todos sus conocimientos. Sin juicios.